El pabellón conocido como “bandera yucateca” se creó e hizo ondear en el contexto de la lucha contra el centralismo. El 16 de marzo de 1841, el político Miguel Barbachano y partidarios suyos irrumpieron en la sesión de instalación del ayuntamiento de Mérida para pedir a sus miembros que solicitaran a los legisladores estatales la declaración de independencia de Yucatán. Esta acción culminó cuando algunos exaltados subieron a la azotea del palacio municipal, arriaron la bandera nacional y en su lugar hicieron tremolar “un pabellón que se llamó yucateco”.
Según Rodolfo Menéndez de la Peña, la bandera yucateca “se dividía en dos campos: a la izquierda, uno de color verde; y a la derecha, otro con tres divisiones, de color rojo arriba y abajo, y blanco en medio. En el campo o lienzo verde de la bandera, se destacaban cinco hermosas estrellas, que simbolizaban a los cinco departamentos en que se dividía Yucatán por decreto de 30 de noviembre de 1840, a saber: Mérida, Izamal, Valladolid, Tekax y Campeche”.
Aunque la bandera yucateca no fue oficial y al parecer solo una vez se empleó, su memoria se mantuvo gracias a que el ejemplar izado en el palacio municipal de Mérida formó parte del acervo del Museo Yucateco, donde se exhibió hasta 1915. Ese año, el gobernador Salvador Alvarado, considerándola un emblema separatista, ordenó que se enviara al Museo Nacional de Historia. Sin embargo, hubo posteriormente copias de ella en el mismo Museo Yucateco y sus sucesores.
A lo largo de estos años, la bandera yucateca se ha mantenido en la memoria de sus habitantes, por ello, se reconoce y hace oficial en la Ley del Escudo, la Bandera y el Himno del Estado de Yucatán, que establece que será utilizada en festividades cívicas o ceremonias oficiales, siempre y cuando esté presente la bandera nacional. También señala que el 16 de marzo de cada año se conmemorará el día de la bandera del estado de Yucatán.
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